Historia del Tarot
Orígenes
El origen del Tarot es bastante oscuro. ¿Viene de China, India o Egipto? De todos modos, si creemos en el mito, habría sido descubierto en la época de los faraones. El dios Thoth habría transmitido 22 grabados que Moisés, entonces recogido por los egipcios, habría conocido y luego transmitido a su pueblo. Este conocimiento allana el nombre de "Cabalá".
Su terminología
El origen de la palabra "tarot" también es misterioso. ¿Se deriva del camino del significado de Tar y del significado real de Ro, de modo que el camino real al antiguo egipcio? ¿Debemos partir de su significado en latín con Rota que significa Rueda en español o Torá que significa la Ley de Moisés en hebreo?
Hoy preferimos insistir en los nombres más antiguos que son italianos. Originalmente, las cartas se llamaban "carta trionfi", es decir, cartas de los Triunfos. Luego, alrededor de 1530, la palabra "tarocco" comienza a usarse y a distinguirse.
El Tarot, más que una historia, una filosofía
A pesar del misterio de sus orígenes cronológicos y geográficos, el Tarot ha cruzado culturas y ha seguido evolucionando. Su uso, pero también sus gráficos y su interpretación han cruzado las edades.
En el Renacimiento, el juego del Tarot representaba imágenes alegóricas de las condiciones humanas y estaba imbuido de los símbolos de los cuerpos celestes más importantes. Cerró las maravillas del mundo y ofreció a los jugadores instrucciones morales y místicas (la virtud estaba representada por el mapa de la Fuerza, la Justicia, la Templanza, las condiciones humanas se revelaron a través del Emperador, Emperatriz, el Bateleur ... los planetas estaban presentes con la estrella, la luna y el sol.
Sin embargo, a principios del siglo XVI, el aspecto lúdico del juego es el único que se reconoce y es solo a finales del siglo XVIII que redescubrimos su contenido filosófico. Desafortunadamente, mientras tanto, las figuras de las cuchillas se han transformado según las regiones y los gustos populares. Como resultado, los nuevos intérpretes del Tarot dan a luz a un nuevo uso de este juego, que se convierte en mágico y adivinatorio.
Etteilla, un masón, por ejemplo, se embarcó en un gran proyecto de restauración de figuras porque, según él, los primeros Tarots contenían el misterio de los orígenes del Universo y el secreto de la evolución del hombre. Los Tarots ocultos luego toman vuelo.
Las alegorías de los tarots
Aparecen en Activos y forman parte de las iconografías de Europa del siglo XIII. Son lo que podría llamarse una "Biblia de los pobres", ya que permitieron a las personas acceder al conocimiento del misticismo cristiano. Son muy fácilmente descifrables en relación con el contexto cultural del norte de Italia y son principalmente imágenes moralistas.
La Fuerza representaba a Hércules. El amor está representado por Cupido. Los Papas se refieren a la imagen de la Fe. Las figuras de los Tarots están inspiradas por la iconografía cristiana.
La interpretación esotérica de los tarots
Como vimos anteriormente, fue en el siglo XVIII cuando el Tarot renace como un instrumento mágico. Es un arqueólogo Antoine Court de Gébelin, tomado por la más famosa Etteilla, que se encontraba en el origen de esta transformación.
Etteilla modificó las imágenes de los Tarots devolviéndoles lo que él consideraba su forma primitiva y bautizó esta obra: el Libro de Thoth. En los primeros ocho Triunfos, uno puede ver la Creación, seguido por las siguientes cuatro virtudes que llevan las almas a Dios. Finalmente, los últimos diez representan el condicionamiento negativo que somete al ser humano.
Es gracias a estas revelaciones que la moda de la cartomancia se levantó. Las cartas fueron consideradas por los premios de los dioses.
Tarots y cartomancia
El final del siglo XVIII en Francia y en otros lugares fue la época de los profetas y adivinos. El número de cartomancenos explota en el siglo XIX gracias a las revelaciones de Court de Gébelin y Etteilla.
Una de las cartomancieras más famosas fue Mademoiselle Lenormand, quien vio en su salón personajes tan ilustres como Robespierre, Marat, Danton y Bonaparte. Se llamaba "Sibille des Salons" y fue imitada por muchas otras personas, algunas incluso creando sus propias cartas francesas.
La adivinación a través de los Tarots se hizo extremadamente popular en toda Europa alrededor de 1850. La cartomancia se vuelve particularmente popular gracias al renacimiento del esoterismo.
La producción industrial de Tarots está aumentando en este período. Se imprimen principalmente en Francia, Italia y Alemania. Entonces se publican cien juegos en este momento, incluso si la mayoría solo tenía un informe lejos de los Tarots.
La adivinación del Tarot hoy
El tarot ha conservado su vigor y sigue siendo popular en todas las clases y sociedades. Claramente este regreso a lo irracional parece indicar una necesidad de mayor certeza en la historia occidental.
Existen miles de tarots, algunos célebres como el de Marsella o el egipcio, otros populares como el Rider-Waite y muchos otros de diversísimo origen: étnicos, artísticos, filosofales, espirituales, religiosos, etc. Asimismo, no olvidemos que más allá del aspecto adivinatorio de los Tarots, estos juegos de cartas, en ocasiones son verdaderas obras artísticas y que, por tanto, dan testimonio de la sensibilidad artística de pintores y diseñadores de diferentes épocas.
Evidentemente, no todos los tarots dan lo mismo, pues muchos de ellos asocian con gran éxito imagen y concepto primigénico de la carta, pero otros tienen una coherencia y consistencia definitivamente sospechosa sino derechamente dudosa. En el segundo nuevo mundo, aquel del conocimiento globalizado y la transculturalidad hay que guardar una mirada crítica frente a cualquier creación y sobretodo poner atención a la idoneidad del lector, tarotista o tarotólogo.
Existen fundamentalmente dos tipos de lectores del tarot, el intuitivo y el académico. Este último es el que aprendió y ejerce una lectura producto de un estudio sistemático del tarot, el otro en cambio es aquel que carente de estudios formales utiliza el tarot como instrumento para el ejercicio de su arte, actividad u oficio.
No debemos mirar con desprecio a los intuitivos del tarot, sobre todo aquellos que ofrecen la adivinación o predicción del futuro, pues los videntes existen y han existido siempre, antes del mismo tarot y sus cualidades y capacidades mágicas o sobrenaturales, van más allá de las cartas, estas ocupan un rol meramente accidental o utilitario para soportar un acto de clarividencia.